Como es habitual a inicios de un año nuevo en México al igual que en muchos otros países, se da a conocer el crecimiento de la economía, se hace a través del cálculo del Producto Interno Bruto, PIB. De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al cierre de 2022 la economía mexicana creció 3.0% respecto a 2021. Por sectores, las actividades industriales fueron las que mas crecieron en 2022, con un aumento del 3,2% anual, mientras que las labores agropecuarias registraron un crecimiento de 2,8%. El sector de servicios creció 2,7% en comparación a 2021.
La economía de nuestro país alcanza un tamaño similar al que tenía al tercer trimestre de 2019, antes de la pandemia, todo lo cual es una buena noticia, sin embargo es necesario tomar en cuenta otros hechos.
¿Qué es el PIB?
Antes de tratar de entender lo que realmente es este crecimiento económico del país, entendamos lo qué es el PIB: Es el valor monetario de los bienes y servicios finales —es decir, los que adquiere el consumidor final— producidos por un país en un período determinado (por ejemplo, un trimestre o un año), y considera y cuenta todo el producto generado. Abarca los bienes y servicios producidos para la venta en el mercado.
¿Qué tan real es nuestro crecimiento?
Repasamos el comportamiento del PIB en los años del actual gobierno:
2019: (- 0.2)% Previo a la pandemia.
2020: (-8) % En plena pandemia
Total de ambos años: (-8.2)%
2021: 4.7%
2022: 3.0% (Se desacelera)
Total: 7.7%
El crecimiento del PIB en 2018 fue de 2.2%
Como se puede observar aún no recuperamos el PIB de 2018, últimos 12 meses del gobierno anterior, sigue estando por debajo de los niveles de ese año.
¿Hay desaceleración de la economía?
2022
1o trimestre 1.23%
2o Trimestre 1.1%
3o trimestre 0.89%
4o trimestre 0.4%
Esta desaceleración, que se fue presentando trimestre a trimestre, refleja el impacto de la alta inflación en la capacidad de pago de las familias, las condiciones financieras más estrictas y el debilitamiento de las exportaciones.
Aún con los trimestres consecutivos de datos positivos, la tendencia es claramente a la baja; asimismo explican que el flujo de remesas, con sus máximos históricos, más las transferencias monetarias del gobierno ayudaron a sostener el consumo familiar y por ello la demanda de servicios.
¿A dónde se dirige la economía en 2023?
Para este 2023, las expectativas del mercado apuntan a una desaceleración del crecimiento, el cual estaría en un rango de 0.3 por ciento a 1.8 por ciento, con una estimación promedio de 0.9 por ciento, de acuerdo con la encuesta más reciente de Citibanamex.
En el Banco Mundial también tienen la estimación de un crecimiento de 0.9 por ciento este año; mientras que el Fondo Monetario Internacional ve un avance de 1.7 por ciento. Sin embargo, desde Hacienda tienen un pronóstico optimista, cuyo repunte sería de 3.0 por ciento.
Para Banco Base, la economía mexicana enfrenta en este año diversos riesgos y entre los principales la desaceleración económica esperada de EU, y la elevada inflación, principalmente en precios del sector servicios y la continuidad de riesgos al alza durante el año, lo que pone en riesgo el crecimiento del consumo.
En este año impera la cautela sobre el ritmo que puede tomar la economía en los siguientes meses y está en debate la posibilidad de una posible recesión que, de concretarse se daría a finales del año, principalmente por un menor dinamismo en EU.
Por último
Es importante comprender qué es lo que el PIB no nos dice. No es un indicador del nivel de vida ni del bienestar general de un país. Aunque se apliquen las variaciones de la producción de bienes y servicios por persona, el PIB per cápita, para determinar si el ciudadano promedio de un país está mejor o peor, en nuestro país ha disminuido. En el cálculo del PIB no se ven variables que pueden ser importantes para el bienestar general.
Ejemplo de lo anterior, la producción puede aumentar destruyendo el medio ambiente o acarrear otros costos externos como el ruido, o puede restar tiempo de ocio o agotar recursos naturales no renovables. La calidad de vida también puede depender de la distribución del PIB entre los residentes de un país, no solo del nivel global.
Para tener en cuenta esos factores, las Naciones Unidas elaboran un Índice de Desarrollo Humano que clasifica los países no solo en base al PIB per cápita, sino también a otros factores como la esperanza de vida, la alfabetización y la matrícula escolar. Si ordenamos los países en función de su Índice de desarrollo humano, México se encuentra en el puesto 86, de 189 países, del ranking de desarrollo humano (IDH). En 2021 el índice de desarrollo humano (IDH) en México fue 0,758 puntos